EN TUS MANOS, EL TIEMPO
Te pienso en la quietud de la tarde,
cuando la luz se deshace y el mundo se calla.
Tus ojos, dos huellas perdidas en el aire,
son un refugio donde nunca se detiene la espera.
A veces creo que en tus labios habita
la verdad que no me atrevo a preguntar,
y en tu cuerpo, suave como la brisa,
encuentro todos los rincones donde el amor es tranquilo.
No es el deseo lo que me atrae,
sino esa paz que tu sombra reparte,
como si tu presencia fuera un destino
y yo, un caminante que no sabe regresar.
Tus manos, tan firmes y tan suaves,
sostienen el tiempo sin quebrarlo.
No hacen falta promesas,
porque cada gesto tuyo me dice más que mil palabras.
Amar no es un acto, es una quietud,
un río lento que sigue su curso,
y tú, amor, eres la orilla
en la que finalmente aprendí a descansar.
(Fer)
EN TUS MANOS, EL TIEMPO by ELISA GOLOTT Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
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