11 noviembre, 2012


CAMINO

                                       

Cuando cae la tarde y el silencio,
me escondo en el bolsillo de tu chaqueta
y me abrocho para no caer en tu huida,
cuando corres sin cadenas.

Miro por el descocido del lado izquierdo
y puedo sentir como arrastras los zapatos
por el asfalto callejero
al filo de la berma.
Nos vamos juntos...no te das cuenta.
Me llevas silenciosa y desnuda 
acompañando tu tristeza.

Y acá sigo contigo...
en la quietud de tu naufragio
asomando en los crepúsculos,
     esperando las tormentas...  ©

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2 comentarios:

María Cristhina de Oliveira,  11 de noviembre de 2012, 12:09  

Um poema encantadora meu poeta Elisa. El amor es la incondicional eso fica en el tiempo. Es como borboleta eterna em uma flor.
Muito bonita.

Beijos de Lisboa, Portugal

María C.de Oliveira

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