UN CAFÉ EN PARÍS

                                                                          

¿Recuerdas el último café en París? La lluvia caía tenue sobre la gris calle de la Bonne Nouvelle y tomados de las manos me sonreías parloteando embriagado por la luz mortecina del atardecer. La ciudad encendía sus luces sin edad ni tiempo, las parejas apuraban el paso en complicidades amorosas con la premura de llegar pronto a casa para amarse en silencio. Me pides unos viennoiseries de chocolat y faiselle, los como deleitada, mirando tus ojos antiguos y sinceros. Quiero tragarme tu voz, tu verbo, la tibieza de tu tono cuando me dices "ne m'oubliez pas...". Quiero llevarme este encuentro para que no sea una estrella fugaz en tu cielo pretérito y me esperes en un futuro perfecto de nuestro presente continuo. Los destinos conocen los reencuentros que por caminos misteriosos unen los códigos de las cercanías y los silencios. Los tentáculos de los años nos dejaron aquélla vez atrapados en ese café, en en aquélla calle, con esa lluvia...bajo el cielo de París. ©

                                                         

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