Café tras café, las voces se entrelazan,
las risas se funden con el eco de guitarras,
y el aroma de crêpes y vino en el aire
se mezcla con sueños de bohemios errantes.
El Sacré-Cœur se alza, vigilante y sereno,
mientras las sombras de Van Gogh y Toulouse
bailan al ritmo del paso lento de los días,
en este barrio donde el arte nunca muere.
Los trazos de un pintor aún flotan en el aire,
y los cafés se llenan de historias sin fin,
montañas de recuerdos en cada esquina,
y un susurro constante: "vivir aquí, es existir".
Montmartre, tierra de poetas y locuras,
donde cada calle tiene una melodía,
y mis pasos, como un eco del pasado,
se pierden en tu alma, vieja y viva...
infinita.
MONTMARTRE by ELISA GOLOTT Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
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