16 abril, 2013



                                                            VIDAS
Se hace el silencio cuando cae la tarde. Cuando estos dos seres han dejado de mirarse, dando la espalda a las alegrías mínimas y cada cual, por su lado, recuerdan en secreto los gestos, las palabras, los momentos. Hacen como que olvidan los días del calendario que se deslizan en una rutina dolorosa y solitaria. Caminan por diferentes caminos, pero sobre las mismas huellas ya pisadas. La vida se les alarga, tediosa y extraña; uno mira hacia atrás, aguada la mirada y el otro obstinadamente se detiene, se niega ¿para que?, si al final de esta ruta del destino terminaran, por fin, encontrándose cara a cara y bajarán la guardia.  Se añoran, se piensan, se sueñan, se lloran, se extrañan y vienen los anhelos irrevocables y terminan escuchando el corazón que con coraje  les dice: suelten las amarras, los años son pocos, no dejen que las golondrinas se escapen en bandadas, acurrúquense en el nido prometido, del que nunca debieron ausentarse; vivan el hoy, que el ayer ya no existe y el mañana es de valientes y este viaje no han de emprenderlo solos, es de dos, es de ambos; es volver juntos a la morada, amándose, diciéndose que esto es lo que hay, que esto es el presente.


                                                     _______________





Licencia de Creative Commons
VIDAS by Elisa Golott is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

1 comentarios:

Anónimo,  17 de abril de 2013, 23:45  

Vida. Lo cotidiano. Hay que hacer la diferencia estoy convencida. La rutina y el de dejar de decirse te amo, mata hasta lo mas fuerte. Que grandísima verdad.

Un beso de luz

Paz

Publicar un comentario

.

  © Blogger template 'The Comic Series' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP