juventud despojada y oxidada
colgada de una estrella llamada esperanza,
la esperanza de volver a la tierra amada,
donde decían que un “mar tranquilo la baña”
Y habitan los amigos bajo “un cielo azulado”
Y que “es la copia feliz del edén”.
Decían, también, que era el “asilo contra la opresión”
Y la “tumba de los libres”,
más en el exilio aprendiste que era solo una canción.
Vuelve compañero
vuelve a sentir la tierra chilena
vuelve a mirar la Cordillera, que te espera,
vuelve acá, a mí,
que aún te espero.
sueños color sepia,
casi olvidados.
Esperanza, vana esperanza,
de recuperar una vida que no fue,
amigos añorados,
adolescencia truncada,
la tierra amada,
que me vio nacer,
que no volví a pisar.
Hoy no tengo esperanzas,
ahora son días de certezas,
He vuelto a mi tierra,
tú eres mi tierra,
donde quiero sembrar.
Tú eres mi cordillera,
volaré sobre ti,
con alas desmesuradas,
con mirada de niño,
naceré en ti cada mañana,
cuando nace el sol,
moriré en ti cada anochecer,
cuando nazcan las estrellas.
4 comentarios:
Bien, acá tenemos dos sentimientos: el horror del desarraigo de la patria y la felicidad de renacer en el amor. Un dueto hermoso amigos, como estoy acostumbrado a leerles. Estos textos me confirman vuestra calidad y el poder de transmisión de profundas emociones. No hay nada mas doloroso que el exilio y Gerardo lo ha expresado en forma clara y fuerte por su experiencia de vida, pero también nos deja con la esperanza que siempre se puede aminorar ese dolor con el amor y el tiempo.
Querida Elisa, tus letras son el complemento perfecto a las de Gerardo. Los felicito, sigan de la mano por este camino de las letras y la vida.
Un abrazo compañero, para ambos, con cariño.
Mario Villafana
A pesar de que pasen los años jamás se olvidará la gran herida en Latinoamérica que se causó.
Saludos a los poetas.
Sergio Cruz Peña
Que bonito, pero que triste. Lo importante es que corren nuevos tiempos y mejores.
Un beso a cada uno
Paz
Que buen dúo poético. Un placer leerles.
Amanda Lucero de León
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