10 enero, 2013
DESTINOS
Te esperaba en la nada y en todo
adormecida en tus alas invisibles
que por años me acunaron sin saber.
Mientras mi cuerpo caminaba por alguna calle en Valparaíso
mi sombra se acurrucaba en una esquina de Madrid.
Vinieron los vientos huracanados
volaron techos y descorrieron oscuras cortinas de nubes
que ahondaban mis desgarros dolientes
cuando alguna noche de abril,
fui abandonada en
medio de una vereda fría y gris
luego de haberme regalado toda, entera, completa
a los brazos que me dejaron ir…
Ahora miro tus ojos en el que vuelan pájaros de colores
tu cara de niño que no deja de sonreír
tus versos con sabor a naranja y menta
tu amor que me toma, me cuida y no me dejará partir. ©
__________
3 comentarios:
Me gusta tu estilo para escribir Elisa, llegas y tocas fibras muy emotivas.
Saludos
Marcio Caralho
Querida Elisa, llego tarde a visitarte pero vengo de todas maneras. Me voy contento luego de leerte y disfrutar tu poesía hermosa.
Un abrazo
Mario Villafana
Precioso. Un blog muy bonito. Todo bien. Felicitaciones.
Agustín Férez
Publicar un comentario