30 noviembre, 2012
COTIDIANEIDAD
Un
gato nocturno por el tejado
y
el cielo prieto rodea la luna blanca.
Siempre
lo mismo,
la
misma noche,
luego
otra
mañana.
Amanece
y dos palomas aletean en mi ventana,
la
luz del sol anuncia horas doradas,
tras
las cortinas
mi mundo
mis
cosas íntimas
mis
gozos
mi
esperanzas.
Felicidad
entre mis libros
mi
tejido
mis
almohadones
mis
historias no contadas,
la
paz de un té en la bandeja sobre la cama,
un
cigarro a escondidas
una
tarde callada.
Vuelve
a llegar la noche
en
un silencio delicioso,
solo
quebrado por un blue de Davis
suave
y cadencioso,
mientras
te
pienso
entre
mis frescas sábanas. ©
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7 comentarios:
Que texto mas lindo, irradia una paz y tranquilidad que cualquiera se quisiera. Un poema precioso Elisa
Cariños
Paz
Elisa, ya mi rutina incluye pasar por acá cada mañana. Me encuentro con este escrito hermoso. Me transmites la calidez y la quietud de tu alma.
Un abrazo para tu día.
Mario Villafana
Lindo, suave, tierno, cálido, como tu poeta. Como tu eres, has sido y serás siempre.
(anónimo)
Elisa vengo siempre y te leo, te imagino. No puedo engañarme de que me enamoran tus poemas. Seguiré viniendo por tres cosas, la grandeza y elegancia de tus versos, la sensibilidad de mujer que te sale a borbotones y la tercera, no puedo dejar de leerte.
No dejes de publicar, alimentas muchas cosas.
(anónimo)
Gracias Paz (linda amiga), Mario (gentil como siempre) y anónimo (quien seas).
Un besito para cada uno.
Elisa
Bellísimo poema, Elisa. Tu intimismo es delicioso. La manera de versar es exquisita.
Te deseo lo mejor, amiga...
Un beso muy grande
Ana
Gracias querida Anita. Un beso grande y mi cariño de siempre para ti.
Elisa
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