18 febrero, 2011
INSTANTES
Hoy me quedé pegada en la ventana
mirando como afuera pasa mi historia.
Mis ojos volaron por la nada y el todo
en una espiral de recuerdos y nostalgias.
La tarde calurosa y sofocante
me hiso imperturbable e infinita,
y los fantasmas de la casa me abrazaron para quedarse.
El silencio me selló los labios
y mis pupilas se inundaron de aguas mansas y amargas.
Las dejé correr para que limpiaran
mis pies desnudos, cansados y fríos.
Sigo adherida a los cristales
con la expresión cansada y derrotada.
El recuerdo de los ausentes rompe mis venas
y lacera mi carne produciendo dolores abismales.
Me desdoblo y vuelo a otros mundos
donde no existen los miedos ni los afectos dispersos;
donde las promesas son cumplidas y los sueños reales;
donde nadie daña mi memoria y la quietud de la espera es hermosa.
En este refugio con el tiempo incierto
entorno mi mirada que atraviesa la ventana,
transmutando la muerte en vida.
Me diluyo en el crepúsculo que va llegando
teñido de sombras azuladas.
Y pasan las horas, y me van quedando solo eso...
Instantes. ©
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1 comentarios:
Elisa mi poeta bella, precioso lo que ha salido de tu corazón.
Besos para ti desde este invierno nevado.
Jean
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