DESPEDIDA

Me aparto del ángulo preciso de tus horas

y me escondo de tu mirada embriagadora.

Parto volando con mariposas en mi boca

para no gritar mis delirios como loca.

Agradezco el momento de haberme ido,

de escapar de tus manos peligrosas,

decidir nunca más esperar la falsa luna

esa que siempre me escondiste entre las sombras.

Te miro desde lejos repitiendo una letanía

que como conjuro sirve para despedirme

de tus promesas incumplidas y palabras frías

que solo me han provocado en ellas perderme.

En mis labios se dibuja una sonrisa

y siento como tu sombra se disuelve,

poco a poco vas saliendo de mis ojos, de mi pecho, de mis tactos.

Así preparo  mi despedida y tu muerte.

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