19 septiembre, 2010
En el espejo de tus ojos de agua
reflejo mi piel y mi sonrisa
caminando juntos por las cintas del arco iris.
Te regalo mi verbo distante
para que lo escuches en tus pasos por Evolène.
Hay uno que no quiso mis versos
por eso cargo un barco con ellos
para que por las aguas del Atlántico crucen hasta tu boca
y llene tu espera por mi.
Ahora como un eco repito tu nombre
con esta voz que aquél no quiso
con esta lengua que él no amó.
Por eso vengo a ti desolada
a tomar tu mano perdida
a consolarme en tu verde pupila.
Sé que siempre has estado (ciega yo)
Sé que sigues aquí.
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2 comentarios:
La espera es siempre bienvenida, cuando los ojos no miran la distacia.
Me encantó tus letras poéticas.
Besos de cristas
Gracias Rachell...Bienvenida a este lugar.
Un beso amiga, Elisa
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