que de mi lado arrancabas
que de mi calor huías.
Hoy supe cuánto te amaba
cuanto te daba y cuánto me debías.
Hoy me has arrancado los ojos;
estos con los que cada día te descubría,
estas pupilas que miraban
con adoración tus días.
Quedaste con saldo en amores.
Quedé en el umbral de la puerta,
dolida, vacía.
Más pienso, que has de saldar
la cuenta que cobra mi alma dolida.
He decidido no rogarte,
ni pedir que tus acciones redimas.
Es más fuerte el orgullo,
que el amor que te tenía.
Prefiero morir mirando esta puerta.
Acurrucada. Recordando tus palabras,
prefiero quedarme en silencio,
tratando de olvidar tu partida.
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1 comentarios:
Mui real y sentido este poema...a veces quien se va si nada decir no sabe cuanto daño hace a dos personas...ni se da cuenta que es algo de su vida que tanbien si pierde.
Mi querida Amiga, escritora, y grande poetisa.la manera como espresa su sentimiento es algo con mucho espritu y magia, me hice sentir y vivir como se fuera yo.pues de verdade en ciertas situaciones mismo nos hiera mucho, tenemos de encarar con orgullo...mucho orgullo.
Encantado con su pagina.
Cariños.
Fernando.
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