emergen las anhelosas ensoñaciones
de recuperar añejas esperanzas,
en este afán iluso de volverte a escuchar.
Con la inequívoca certeza de que aún me piensas
y con la convicción que el destino que fabricaste
con magias engañosas y obstinadas,
no han logrado hacerte olvidar.
Y vuelvo a oír tu idioma y la cadencia de tu voz.
Los recuerdos espectrales me llegan a raudales.
Y sé, que en tu desamparado corazón,
aún existen lugares en los que para tí vivo
y los senderos que juntos caminamos...
no se han desandado.
Atesoras cada segundo de mi presencia
y los despojos que un día dejaste de mi vida entera
regresan convertidos en una promesa espectral
y difusa.
Para que adormecidas esperen
la sacramental realización
de las promesas conjuradas
en ese lugar de Pratt Sreet, Ely,
al sur de ese amado país...en la vieja Europa.
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