Ejecuciones silenciosas
13 marzo, 2009
...y los puse uno al lado del otro, en una linea recta.
Los miré con detención; y con los ojos los fuí aniquilando,
uno a uno. Caían como muñecos; sin vida (nunca la tuvieron).
Uno, dos, tres... y así, todos terminaron por desaperecer.
En realidad no impotaban tanto. Se querían tanto a sí mismos, que
ni cuenta se dieron que los maté...
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2 comentarios:
El ego nubla los sentidos Elisa.
Muchas gracias por tu premio, lamento haber tardado tanto en aparecer y agradecer.
Gracias a ello te he descubierto.
Un abrazo muy fuerte.
Ana, gracias a tí por regalar tus sentires.
Un abrazo de admiración para tí,
Elisa
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