05 marzo, 2010

                                                   A MI TIERRA 
                                                                           (Chile)   



Un gigante ha rugido en mi tierra y en mi morada
ha osado aparecer en la oscuridad de mi sueño.
Sin piedad ha tomado mi mundo y lo ha herido,
rompió caminos y vidas
hundiéndolas en grietas que ahora cruzan los senderos.

Los brazos de agua abrazaron mujeres, hombres y niños,
que a la orden del ogro los llevó mar adentro
acunados en su fuerte regazo, para no regresarlos jamás,
y el cielo los mira en silencio y negro.
Se  ha abierto una herida, profunda. Difícil de sanar.

Acallado el gutural aullido
busco en los despojos de mi reino
las cáscaras de los que se fueron sin aviso, sin adiós.
Y ahora adormecida para intentar el olvido,
el monstruo se encarga a cada instante
de hacerme presente que aún acecha vigilante
volver a atacar.

Camino en silencio para que el gigante duerma
y no vuelva a despertar.

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4 comentarios:

Ana Muela Sopeña 16 de marzo de 2010, 15:41  

Impresionante, Elisa.

Te dejo un beso
Ana

Anónimo,  27 de abril de 2010, 20:40  

http://thecliniquenses.blogspot.com/

saludos ...y bienvenida Elisa
La vecindá

Anónimo,  14 de mayo de 2010, 18:45  

Un texto de alturas que deja caer la fortaleza de la naturaleza en todo su esplendor, como monstruo que es y todos nosotros diminutos ante su fortaleza destructiva. Es un texto que nos revela tu tremendo potencial como escritora nos llevas en un viaje por los miedos del ser humano ante lo incomprensible.
Gracias Elisa, deseando un mundo mejor y logres sobresalir airosa de esta tremenda experiencia de vida.
Un abrazo de amistad eterna
Pat

Anónimo,  14 de mayo de 2010, 18:46  

Terrible y precioso poema, amiga del alma. eres magnífica escribiendo. Estremece t relato, tus versos, tu corazón herido, el horror vivido que aún persiste en remover las entrañas de la tierra....
Pesadilla que costará olvidar, grabada en el alma como fuego. Pero que conociendo ya el gran coraje chileno, quedará, en poco tiempo, como otro anécdota dura , aparcada en el limbo del cerebro, para dar paso a otro neuvo rejuvenecer, más hermoso y fuerte aún.Como tú.
Te quiero mucho, hermana mia, mi mosquetera valiente.
Besos enormes a ti y tu familia.Aquí estoy. Aquí me tienes. Lo sabes
Nieves Merino (España)

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